Las cooperativas de consumo están en boga con la crisis para facilitar que la gente se organice para comprar barato e incluso con intenciones sociales.
¿Qué es y quiénes pueden formar una cooperativa de consumo?
Una cooperativa de consumo es un grupo de personas que se unen en una asociación para formar una organización democrática, en este caso creada por y para los consumidores.
Esta asociación tiene el objetivo de cubrir sus carencias, tanto de bienes como de servicios, lo que les permite organizarse en función de sus necesidades y de la forma más satisfactoria posible a nivel de calidad-precio en un sistema de autoabastecimiento.
Las cooperativas de consumo pueden estar constituidas por cualquier persona, mientras sean mayores de edad y luego deben ajustarse a los requerimientos marcados por ley con respecto a temas como ámbito territorial, estatutos, capital social, etc.
Objetivo de las cooperativas de consumo
El principal objetivo de las cooperativas de consumo básicamente es lo que ya hemos mencionado: Adquirir bienes y/o servicios de la mejor manera posible considerando el binomio calidad/ precio.
Pueden estar dirigidas a determinados tipos de productos (textiles, electrónicos, mobiliario, etc.) y servicios (mecánica, peluquería, obras, etc.).
Esto es así al menos en el caso de las cooperativas de comercio clásicas, pero han surgido otras con objetivos comunitarios más amplios e incluso solidarios y/o ecológicos.
Cooperativas de consumo con objetivos sociales
Como decimos, las cooperativas de consumo pueden tener un objetivo más social para crear algún impacto positivo en y con la comunidad. Por ejemplo, recuperación de los trabajos y productos artesanos, en especial aquellos que apoyen a la población desfavorecida.
Consumo de productos ecológicos, alimentos aptos para enfermos de celiaquía, materiales de construcción ecológica, etc. Aunque quizás una de las que están tomando más auge sean las cooperativas de consumo solidario y ecológico, que además se diferencian en algunos aspectos de las asociaciones clásicas.
Diferencia entre cooperativas de consumo clásicas y las ecológicas
La diferencia principal entre las cooperativas de consumo clásicas de las solidarias y ecológicas es el fin último. Mientras que las primeras buscan el beneficio del propio grupo, lo cual está bien, la segunda intenta ampliar los beneficiarios al hacer un consumo consciente que respete el medio y que suponga una ayuda a los más desfavorecidos. Por ejemplo, comprando productos de "comercio justo" o productos locales, pagando un precio equitativo en origen y disminuyendo la cadena de intermediarios.